Contenidos

Por qué la ozonoterapia no se debe ser inhalar y la importancia de acudir a profesionales acreditados en medicina veterinaria

La ozonoterapia veterinaria ha ganado cada vez más popularidad en Chile como una alternativa terapéutica complementaria para tratar diversas patologías en animales. Desde infecciones crónicas hasta problemas articulares y heridas de difícil cicatrización, el ozono médico ha demostrado ser una herramienta efectiva cuando es correctamente aplicada. Sin embargo, su uso conlleva riesgos si no se maneja de manera profesional y segura. Uno de los errores más graves —y lamentablemente frecuentes cuando no se consulta a especialistas acreditados— es la inhalación del ozono, una práctica que está absolutamente contraindicada tanto en seres humanos como en animales no humanos.

¿Qué es la ozonoterapia y por qué se utiliza en medicina veterinaria?

La ozonoterapia consiste en el uso controlado del ozono medicinal (O₃), una forma triatómica del oxígeno con propiedades antimicrobianas, antiinflamatorias y regenerativas. En medicina veterinaria, esta técnica puede aplicarse para acelerar la recuperación de tejidos, controlar infecciones bacterianas o fúngicas, aliviar el dolor en procesos articulares crónicos y mejorar la calidad de vida de animales geriátricos, entre muchas otras aplicaciones.

Los métodos de administración del ozono médico son variados: se puede aplicar de forma tópica (por ejemplo, para heridas), rectal (insuflación), intravenosa (como ozonoterapia en suero o autohemoterapia mayor), o mediante infiltraciones locales. No obstante, existe una vía que está completamente descartada por su alto riesgo: la inhalación.

¿Por qué la inhalación de ozono está contraindicada?

A pesar de sus múltiples beneficios terapéuticos, el ozono es un gas altamente reactivo y tóxico cuando se inhala. No debe confundirse su eficacia como desinfectante o inmunomodulador con una supuesta inocuidad en cualquier forma de administración. En efecto, la inhalación de ozono puede causar graves daños al sistema respiratorio, tanto en humanos como en animales.

Los efectos adversos de la inhalación de ozono incluyen:

  • Irritación de las vías respiratorias
  • Tos, dolor torácico y dificultad para respirar
  • Broncoespasmo (contracción de los bronquios)
  • Edema pulmonar (acumulación de líquido en los pulmones)
  • Daño alveolar y tisular permanente

En el caso de los animales, estos efectos son aún más preocupantes porque no pueden comunicar verbalmente las molestias respiratorias en las etapas iniciales. Esto implica que un tutor podría no notar el daño hasta que la situación se vuelve notoria.

Mayor sensibilidad olfativa: un riesgo subestimado en perros y gatos

Un aspecto fundamental que se suele pasar por alto es la extraordinaria sensibilidad olfativa de nuestros animales de compañía. Mientras que el ser humano cuenta con cerca de cinco millones de receptores olfativos, los perros poseen entre 220 y 300 millones, y los gatos alrededor de 200 millones. Esto no solo les permite captar olores a niveles que nosotros no percibimos, sino que también los hace mucho más susceptibles a la irritación causada por gases volátiles como el ozono.

Cuando se libera ozono al ambiente sin control —por ejemplo, durante la limpieza de heridas sin el uso adecuado de cámaras o bolsas de contención—, los animales pueden estar expuestos a concentraciones dañinas del gas. Esta exposición ambiental puede provocar desde estornudos, tos o lagrimeo hasta complicaciones respiratorias severas, especialmente en razas braquicéfalas como el bulldog o el gato persa.

Declaración de Madrid y las buenas prácticas en ozonoterapia


La Declaración de Madrid sobre la Ozonoterapia, emitida por la Federación Mundial de Ozonoterapia (WFOT), establece las directrices éticas y técnicas para el uso de ozono médico. Este documento, ampliamente reconocido a nivel internacional, subraya que la administración de ozono debe realizarse únicamente por profesionales capacitados y bajo protocolos que garanticen seguridad para el paciente, el profesional y el entorno.

En el contexto veterinario, se enfatiza el uso de métodos de contención del gas como:

  • Bagging o embolsado: consiste en aplicar el ozono dentro de una bolsa cerrada que envuelve la extremidad o zona específica del cuerpo a tratar, evitando la liberación del gas al ambiente.
  • Cámaras herméticas: se utilizan para la aplicación localizada de ozono en áreas específicas del cuerpo, garantizando la contención total del gas durante el procedimiento.
  • Sistemas de aspiración con filtros destructores de ozono: permiten recolectar y neutralizar el ozono residual, asegurando que no se libere al ambiente y protegiendo así a los animales, profesionales y tutores presentes.

Estos procedimientos evitan la dispersión del ozono en el aire y reducen drásticamente el riesgo de inhalación accidental.

La importancia de acudir a profesionales acreditados

Dado el nivel de especialización que requiere la ozonoterapia, no es recomendable acudir a centros o personas sin acreditación profesional. En Chile, el uso médico del ozono en animales debe ser realizado exclusivamente por médicos veterinarios titulados y con formación específica en ozonoterapia.

Un profesional acreditado sabrá:

  • Evaluar si la ozonoterapia es adecuada para el diagnóstico del paciente.
  • Seleccionar la vía de administración correcta según la especie y condición.
  • Calcular la concentración exacta y el volumen de ozono a utilizar.
  • Utilizar equipos certificados y mantener protocolos de seguridad actualizados.

Además, podrá informar al tutor sobre los cuidados posteriores, garantizando un seguimiento clínico adecuado.

¿Cómo identificar a un profesional calificado para suministrar ozonoterapia?


A la hora de buscar ozonoterapia para tu animal de compañía, asegúrate de que el profesional:
1. Sea médico veterinario titulado y con RUT profesional visible.
2. Posea formación documentada en ozonoterapia médica
3. Utilice equipos médicos homologados.
4. Cuente con protocolos claros de aplicación y consentimiento informado.
5. Explique las diferentes vías de aplicación y descarte por completo la inhalación.

Puedes también solicitar referencias, revisar redes sociales profesionales o páginas web verificadas como la de Intivet, que está especializada en ozonoterapia veterinaria en Chile.

Conclusión: una herramienta poderosa, pero no inocua

La ozonoterapia es, sin duda, una aliada poderosa en el tratamiento de múltiples afecciones veterinarias. Cuando se aplica con responsabilidad y bajo estrictos protocolos médicos, puede mejorar notablemente la salud y calidad de vida de nuestras mascotas. Sin embargo, su uso sin formación profesional constituye un riesgo real, en especial cuando se ignoran aspectos tan críticos como la contraindicación absoluta de la inhalación.

En animales como perros y gatos, cuya sensibilidad olfativa supera con creces la nuestra, la exposición a ozono ambiental mal manejado puede causar más daño que beneficio. Por eso, el mejor cuidado comienza con una elección informada: acude siempre a clínicas veterinarias especializadas y exige que los tratamientos complementarios sean administrados por profesionales acreditados.

¿Tienes dudas sobre los beneficios de la ozonoterapia para tu mejor amigo?

Agenda una consulta con la veterinaria Soledad Gajardo y asegúrate de brindarle un tratamiento seguro, eficaz y respaldado por la mejor evidencia médica.
👉Contáctanos hoy mismo

Ayuda a que más personas conozcan sobre la ozonoterapia segura, compartiendo este artículo:

Facebook
Twitter
LinkedIn
WhatsApp

Agregar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos requeridos están marcados *

Abrir whatsapp
Hola 👋
En qué te podemos ayudar?